Voz apagada


Publicado en TalCual el viernes 16 de octubre de 2009

"Escribir en el límite: conmoción, emoción, piedra de toque: Esa conmoción llamada poesía" así lo pedía en Al través Alfredo Silva Estrada, el poeta que falleció la noche del miércoles pasado acompañado por la bailarina y coreógrafa Sonia Sanoja, su inseparable esposa desde 1960, la primera lectora de sus versos, sus ensayos y sus traducciones.
Silva Estrada nació en Caracas el 14 de mayo de 1933, y a los veinte años de edad publicó sus dos primeros poemarios De la casa arraigada y Cercos. Un año antes hizo cursos de historia del arte en Italia. Se graduó en Filosofía en la UCV en 1957, allí dio clases por varios años. Realizó estudios de posgrado en La Sorbona de París.
De 1965 a 1982 condujo en Radio Nacional de Venezuela el programa Homenajes. Su obra incluye además los libros Integraciones/De la unidad en fuga y Del traspaso, publicados en 1962, y Literales (1963). En 1964 Lo nunca proyectado, Trans-verbales I (1967) y Acercamientos (1969). En la década del 70, fueron editados Trans-verbales I, Trans- verbales II y Trans-verbales III (1972), Los moradores (1975), Los quintetos del círculo (1978), Contra el espacio hostil (1979) y Variaciones sobre reticuláreas (1979). En 1986 fue publicado Dedicación y ofrendas, en 1989 De bichos exaltado, diez años después Por los respiraderos del día y En un momento dado, y en 2000 Al través.
En 1997, Silva Estrada se hizo acreedor del premio Nacional de Literatura. En 2001 obtuvo el premio internacional de poesía de la Bienal de Lieja (Bélgica), reconocimiento otorgado anteriormente a Giuseppe Ungaretti, Saint-John Perse, Octavio Paz y Roberto Juarroz, entre otros. En octubre de 2005, Silva Estrada fue homenajeado en la XII Semana Internacional de la Poesía de Caracas.
Además tradujo a lengua castellana los versos de Salah Stetié, Georges Schehadé, Vahé Godel, Francis Ponge, Fernand Verhesen, Pierre Reverdy, Andrée de Bouchet y Andrée Chedid. El ensayo La palabras trasmutada/ la poesía como existencia fue publicado en 1989, allí escribió: "Poesía como experiencia y no como sólo experimentación formal, porque su material (el lenguaje) sólo es manipulable en la medida en que continuará siendo naciente e incitantemente elusivo. Dicción de lo que se ha llamado `los grandes lugares comunes del ser humano’: el amor, el dolor, el júbilo, la conciencia de la muerte... sentimientos universales que desde siempre han sido dichos, que siempre quedan por decir y que cada poeta, individualizándolos, los pronuncia con la intensidad de una primera vez".

Testimonios
"Con Alfredo Silva Estrada, a mí se me va un hermano muy querido y uno de los poetas que más admiro. Los lectores venezolanos de poesía nos quedamos con la parte imperecedera de su vida: sus libros de poemas y sus escritos de reflexión acerca de la poesía. Poetas y críticos de aquí y de otras partes seguirán confiados en que la obra de Alfredo Silva Estrada alcance en Latinoamérica y en España el reconocimiento de que ha gozado en nuestro país y entre los poetas de lengua francesa. Que así sea".
Alfredo Chacón
Poeta, antropólogo, ensayista.

"Alfredo se destaca en la poesía venezolana de la segunda mitad del siglo XX como un revolucionario, aunque no me gusta esta palabra por las implicaciones que tiene actualmente. Y se destaca porque todos sus coetáneos, entre los cuales están los de El Techo de la Ballena o Sardio, centraron su alharaca en el comportamiento, sus rupturas eran existenciales trasladadas a la literatura. Pero Alfredo deja la huella en el lenguaje que es el teatro de toda literatura. Los poetas venezolanos le debemos habernos liberado de ciertas esclavitudes, haberse atrevido a juegos, a rupturas".
Jesús Alberto León
Poeta, científico, profesor universitario.

"Alfredo y Sonia iban todas las tardes a casa de Gego y Leufert a tomarse un traguito y a conversar. De esa experiencia salieron Variaciones sobre reticuláreas. Además, Sonia bailó en muchas oportunidades entre las obras de Gego. Yo era una adolescente y era una tertulia intelectualmente enriquecedora".
Bárbara Gunz
Matemático, directora de la Fundación Gego.

"Gracias a él constaté que es cierto que la poesía salva. Desesperada, tropecé en una panorámica de Gego con un libro blanco. Cada palabra y cada verso de Alfredo me detuvieron y no me marché. El poema Lo nunca proyectado. No fría ni lejana, su poesía es emoción y sensualidad suspendidas en una red tensa, y emerge de lo cotidiano... Se me fue el último de los tres amigos poetas, lo poético como humanidad encarnada".
María Antonieta Flores
Poeta, ensayista

"Murió mi maestro, el gran poeta Alfredo Silva Estrada, quien ha trazado una de las aventuras del lenguaje más fascinantes y arriesgadas de la poesía contemporánea. Fue un explorador de los límites y de los `linderos del ser’. Escribió desde el descampado contra el espacio hostil. Fue un hombre que hizo de su casa un hogar en donde se celebraba la poesía y la amistad. Su palabra buscó siempre ensanchar las posibilidades del estar, abriendo boquetes de luz y sonido por los respiraderos del día. Murió en su sillón, un día miércoles, y todos los que lo conocimos y amamos sabemos lo que significaban los miércoles: el día del encuentro tras su palabra encendida. Nunca perdió su agudo sentido del humor. La última vez que lo vi me sorprendió porque cantó impecablemente `alma libre’, una de sus canciones preferidas. Fue un mago de oriente con poder y ciencia clara que poseía el misterioso don de la transmutación de la palabra. Ahora su alma vuela libre".
Luis Enrique Belmonte
Poeta, narrador, psiquiatra.

Antes de partir

Antes de partir
No te detengas a mirar
Estas sábanas en desorden
Y ese vaso
Donde tantas veces uno ha bebido

Busca más bien
Los horizontes que puedas tejer como estambres
Los pájaros que comen sobre los hombros de los ciegos
Y esa ruta que te lleve
Como una escritura

Por los respiraderos del día (1980-1992)

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