La mujer del páramo


Una embarazada que arrastra una pesada maleta por agrestes caminos del sur de Mérida, una mujer que rompe fuente cruzando un destartalado puente, una madre que huye con sus dos pequeños hijos de un marido borracho. María Fernanda Ferro ganó el premio como mejor actriz del festival Chorts 2010 por su papel en Soja, el corto de Gabriel La Cruz que arrasó en la competencia con ocho distinciones de diez categorías en las que compitió.

"Cuando Gabriel me dijo que yo sería la única persona del elenco que no era merideña, y además la única actriz profesional me pregunté ¿qué voy a hacer?, pero estuve una semana observando cómo se vive en los pueblos del sur de Mérida, jugando con los niños, viendo el comportamiento de las mujeres" confesó Ferro.
Su trabajo de campo dio resultados, la actriz, fotografiada aquí con el premio por Renier Otto, superó el reto. La complicidad que logró con los niños se ve en pantalla. Trasmite ternura, miedo y angustia. "Disfruté el trabajo con el equipo merideño. Son un clan, están muy unidos ante las dificultades" dijo la actriz.
"Descubrí una realidad que desconocía. Situaciones de extrema pobreza que nunca había visto. En la primera toma del corto estoy llorando. Cada vez que entraba a la cocina me daban ganas de llorar, en el sitio había una tristeza que me abrumaba" contó Ferro.
El día en que recibió el premio fue especial para ella, no sólo por la distinción en sí, sino porque tuvo la oportunidad de asistir a una proyección privada de El chico que miente, la película de Marité Ugas que se estrenará en enero y en la que también actuó Ferro.
"Ahorita iba a estar en otra película, pero me sacaron porque me consideraron peligrosa para el proyecto" reveló la actriz, quien prepara actualmente un trabajo sobre Fausto de Goethe. Un papel que seguramente asumirá con la misma disciplina, entrega y pasión con la que actuó en Soja.

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