Dave Brubeck el 22 de julio de 1999 en el 39º Festival de Jazz de Antibes-Juan-les-Pins en Francia. La foto fue tomada por Vannina Luchessi |
Un pianista de formación clásica que toca jazz. Un estadounidense que se presenta en los países de Europa del Este durante la Guerra Fría. Un músico de estructuras rítmicas complejas y
arriesgadas. Un artista que celebra sus 90 años de edad con un concierto de hora y media en el mítico Blue Note de
Nueva York en diciembre de 2010. El gran Dave Brubeck muere hoy, un día antes de cumplir 92 años.
Brubeck es una leyenda. Fue protagonista del
crecimiento, consolidación y expansión del jazz. Fue un sobreviviente de una
generación de creadores que entregó el alma por la música y se sumergió en un
mundo de alcohol, drogas y descontrol; excesos que al parecer pudo sortear para
dedicarse a componer y vivir de su música. Grabó decenas de discos, pero con Time Out (1959) vendió más de un millón de
copias y logró convertirse en eso que los reyes del mercado llaman disco de
platino.
Time Out fue grabado en 1959 |
En Time Out, el Dave Brubeck Quartet estuvo integrado por el saxofonista Paul Desmond, Gene Wright en el bajo y el baterista Joe Morello. Los siete temas de este álbum son extraordinarios: Blue Rondo à la Turk, Strange Meadow Lark, Take Five, Three to Get Ready, Kathy's Waltz, Everybody's Jumpin' y Pick Up Sticks. La portada del disco fue una obra de arte del pintor Neil Fujita.
Desmond compuso Take Five, en la que se emplea un
compás de 5/4, una de las cartas de presentación del grupo de Brubeck. Interpretado
por miles de músicos en todo el mundo, destacan la formidable versión vocal que
hizo Al Jarreu y la del guitarrista George Benson, otros grandes del jazz. Los
otros seis temas de Time Out fueron composiciones de Brubeck. El más popular de
estos es Blue Rondo à la Turk, en la que se usa un compás de 9/8, también
un standard, como llaman los músicos de jazz a los temas imprescindibles, los que son
estudiados, versionados y escuchados incesantemente.
Brubeck fue protagonista de centenares de documentales de cine y televisión. El más reciente fue Dave Brubeck: In his Own Sweet Way, un trabajo de 2010 dirigido por Bruce Ricker, producido por Clint Eastwood y narrado por Alec Baldwin. Recibió homenajes, y condecoraciones en todo el mundo. Sus temas forman parte de la banda sonora de películas y series de televisión. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confesó
que el primer concierto al que fue con su padre, a los 10 años de edad, era del célebre pianista estadounidense.
El muchacho que no sabía leer las partituras; el que creció en Concord, California, y pensó en estudiar veterinaria; el joven que prestó servicio militar; el músico que soportó que algunos críticos lo acusaran injustamente de cerebral y sin swing, murió en Connecticut, pero su música seguirá viva.
El texto original fue publicado en el diario TalCual. Este tiene algunos cambios.
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