Héctor Molina es un
virtuoso ejecutante del cuatro que se ha atrevido a componer y arreglar
obras musicales con un grupo de saxo, trompeta, trombón, bajo y batería,
una inusual conformación instrumental en la música tradicional de
Venezuela.
"La idea es crear un sonido global, pero con la esencia venezolana que se ve plasmada en los ritmos y en la sonoridad del cuatro" enfatiza Molina, quien también es compositor y arreglista .
El cuatro venezolano es una guitarra pequeña de cuatro cuerdas de nylon que no tiene una afinación totalmente ascendente o descendente; es diferente al cuatro puertorriqueño que posee diez cuerdas metálicas.
Molina es acompañado en su proyecto por el saxofonista Eric Chacón, el trombonista Jhosír Córdova, el bajista Javier Espinoza, el baterista Adolfo Herrera y el trompetista Anthony Pérez. Estos músicos venezolanos han desarrollado sus carreras en grupos de salsa, jazz, flamenco, rock y orquestas de música sinfónica.
"La música de Héctor Molina, aunque es de raíz tradicional, incorpora elementos armónicos y melódicos que le conceden un carácter universal. Presenta retos a la hora de la interpretación lo cual hace que sea equivalente a cualquier composición contemporánea de jazz o world music", afirma Herrera, baterista con estudios en Berklee College of Music y amplia experiencia en ensambles de música venezolana, grupos de jazz y flamenco.
Molina ha participado en varios proyectos musicales, el de mayor resonancia ha sido C4 Trío, creado en 2005 junto a los cuatristas Jorge Glem, quien vive ahora en Nueva York, y Edward Ramírez, con domicilio en Medellín. También formaron parte del grupo los bajistas Rodner Padilla, residente de Florida, y Gustavo Márquez, quien murió en 2018 en Caracas a los 28 años de edad, víctima del cáncer.
"La diáspora venezolana permite presentar esta música en otras partes del mundo, no solo en Miami. Además, creo que puede ser perfectamente ejecutada por músicos de otras nacionalidades. Es la idea, que la música venezolana tome carácter global", explica Molina.
En 2018, el cuatrista lanzó Giros, su primer disco como artista principal. La obra tiene 15 canciones compuestas por él, una de ellas con letra de Henry Martínez: 'Yari', tema dedicado a la flautista Yaritzy Cabrera, esposa de Molina.
En Giros, Molina explora el bambuco, la danza zuliana, la gaita, el joropo, la onda nueva y el merengue venezolano, entre otros ritmos de Venezuela. Un trabajo del que fue además productor general.
Una versión de este trabajo fue publicado en Univisión. Puedes leerlo haciendo clic aquí.
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